lunes, 18 de octubre de 2010

Acto multitudinario por el Día de la Lealtad (Politica y Medios)


La presidenta Cristina Fernández agradeció la "lealtad" de los sindicatos hacia su gobierno y consideró a las organizaciones gremiales como "aliadas estratégicas" de su administración y de las empresas. Lo dijo en el cierre del acto por el Día de la Lealtad Peronista que la CGT organizó en el estadio de River Plate para respaldar el proyecto de ley de particiación en las ganancias de las empresas presentado por el diputado nacional Héctor Recalde (FpV).

"Los trabajadores y sus organizaciones sindicales son aliados estratégicos, también de las empresas, para seguir creciendo y generando valor y riqueza, y nosotros, desde el Estado, tenemos que garantizar esa distribución del ingreso", dijo la titular del Ejecutivo nacional.

La presidenta de la Nación, acompañada por su esposo y titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, y el líder de la CGT, Hugo Moyano, fue la oradora principal del acto que organizó la CGT en el estadio Monumental para recordar la masiva movilización del 17 de octubre de 1945, cuando los trabajadores exigieron la liberación de Juan Domingo Perón.

La mandataria dedicó un amplio tramo de su discurso a resaltar la "lealtad" de los sindicatos con su gobierno y a elogiar también la "inmensa responsabilidad de los trabajadores y de la dirigencia" de los últimos años.

"Quiero agradecer a ustedes la lealtad y créanme, que cuando les hablo de lealtad sé de lo que se trata porque también he conocido traiciones de las más profundas que se pueden conocer en el ejercicio de la primera magistratura", precisó.

La presidenta pidió a la dirigencia "solidaridad" hacia quienes "todavía no pudieron conseguir trabajo" en el país y exhortó a su propio gobierno, a los sindicatos y a los empresarios "a seguir redoblando esfuerzos" para revertir esa situación.

La jefa de Estado hizo eje también en la "transformación política, social y económica que tuvo la patria en estos años" y remarcó que Argentina es un "país en crecimiento, que progresa y que puede ser disfrutado no sólo por los trabajadores" sino por toda la ciudadanía.

Diez años atrás, recordó la mandataria, "no se podía (hacer un acto) porque había un país sin trabajo, sin producción, un país donde perdimos la esperanza y la ilusión que alguna vez anidaron en millones de argentinos que construyeron el movimiento político y social más importante de Latinoamérica", dijo.

"Cuando los trabajadores no están y cuando las organizaciones sindicales desaparecen es porque cayó la actividad económica de un país y cuando eso sucede, más tarde o más temprano, la malaria les llega a todos", advirtió y aludió a la "década del 90" y su réplica en la crisis del 2001.

Y también dijo sentirse "orgullosa de ser parte de un gobierno que ha sabido articular los intereses" de los diversos sectores y encarar "negociaciones colectivas que habían desaparecido".

Por último, expresó su "compromiso inquebrantable de seguir trabajando y luchando por una patria más justa y un país más equitativo", aunque -dijo- eso le "cueste" enfrentarse a "intereses muy poderosos".

Junto a la jefa de Estado estuvieron además el gobernador bonaerense Daniel Scioli; los ministros de Planificación Federal, Julio De Vido; de Trabajo, Carlos Tomada; el canciller Héctor Timerman; el titular de Unión de Empleados Judiciales, Julio Piumato; el gobernador entrerriano Sergio Urribarri; y el diputado nacional Héctor Recalde.

A las 13 horas, el estadio Monumental estaba colmado de miles de trabajadores, que colorearon el acto con banderas y el estruendo de bombos y cornetas, para recordar los hechos del 17 de octubre de 1945, de los cuales el domingo próximo se cumplen 65 años.

Frente al campo de juego y a los costados del palco fueron instaladas pantallas gigantes y un enorme cartel con la leyenda: "Es la hora de los trabajadores".









Equipo de Difusión

Secretaria de Cultura Prensa y Propaganda

Partido Justicialista de Avellaneda

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